miércoles, 14 de diciembre de 2011

Morir para arrepentirse o vivir tus sueños

Ya era hora de volver a escribir por estas latitudes. Ya sabéis, es la vida la que me retiene en sus brazos y no me deja marchar, yo le decía que tenía que volver a escribir en el blog, que tenía una cola de fieles seguidores impacientes por leer mis tonterías, pero no hubo manera, no quería dejarme escapar, hemos pasado muchos días juntos sin salir de la cama. Por cierto, he descubierto una serie "nueva" llamada Him and Her que trata de una pareja que se tiran todo el día en casa sin hacer nada más a parte de comer, follar, jugar a la consola y lidiar con las inoportunas visitas a su apartamento. Muy a la orden del día.

Yo venía hoy a hablar de mi libro... no, en serio, algún día. Hoy vengo a hablar de la vida, la maravillosa y efímera vida.
Muchos estarán pensando que a qué viene tanto positivismo a estas horas de la noche y yo no tengo respuesta pues no sé a qué os estáis refiriendo... la vida viene acompañada de la muerte, inevitablemente una deja paso a la otra y viceversa... (si queréis discutir esto último contactad con un chamán).




He visto por el facebook (la nueva ventana al mundo) que alguien había colgado una noticia interesante sobre los mayores arrepentimientos que le sobrevienen a una persona cuando está en el lecho de muerte. Es curioso ver cómo funcionamos los humanos (si no lo fuéramos funcionaríamos de otra forma o hace tiempo que nos habríamos quedado sin pilas), durante nuestra vida nos olvidamos de las cosas más importantes y emprendemos la búsqueda de otras alternativas mediante las cuales podamos conseguir las primeras... y os hago una pregunta sencilla ¿no sería mejor dejar de marear la perdiz e ir directamente a por lo que realmente queréis?

Parece ser que el artículo lo ha escrito una mujer que ha dedicado gran parte de su vida a cuidar de personas enfermas que están a punto de morir y con las que ha compartido sus experiencias, recuerdos y últimos deseos y arrepentimientos. De todas esas experiencias ha llegado a elaborar una pequeña lista de cosas que dichas personas no llegaron a hacer en vida y que por lo tanto les mortificaron hasta el final. 

Éstos son los cinco arrepentimientos más comunes:
  1. Desearía haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo y no la vida que otros esperaban de mí.
  2. Desearía no haber trabajado tanto.
  3. Desearía haber tenido el coraje de expresar mis sentimientos.
  4. Desearía haber mantenido el contacto con mis amigos.
  5. Desearía haberme permitido el ser más feliz.
 Como podéis ver no son cosas fantasiosas e inalcanzables, ni tan si quiera necesitas suerte o dinero para conseguirlas, sólo centrarte en tus necesidades, perseguir tus sueños e intentar ser feliz en todo momento. Es lo más normal y natural del mundo, lo que todos debemos hacer aunque cueste. Pero ya os habéis dado cuenta de que no es nada fácil responder a la pregunta hecha más arriba ni conseguir ser uno mismo viviendo la vida que te gusta, si lo fuera todas las personas que esta mujer conoció tan sólo contarían lo felices que fueron.

¿Qué estáis haciendo vosotros para evitarlo? Yo no quiero llegar a mi lecho de muerte con una carga así encima, y como dije al inicio de mi nueva temporada en el blog, ya estoy en el camino, ahora sólo queda ser constante y seguir la estrella para no perderme. Creedme si os digo que lo estoy intentanto, no siempre resulta fácil, a veces termina el día y no he visto un gran cambio, pero después de treinta años ¿qué se puede esperar? las mejores cosas llegan poco a poco y pienso conseguirlo. 


Si queréis leer el artículo original aquí tenéis el enlace: 


Un saludo y ¡a vivir!


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