lunes, 7 de noviembre de 2011

De contradicciones y personas ininteligibles

Todavía por aquí ¡qué sorpresa!, aunque llevo un par de días de nuevo en modo ralentí. No puede ser, pero estos días de lluvias, viento y desgana forman una combinación perfecta. Vamos a ello.

Estaba ayer de viaje a la cocina y como me sucede en muchas ocasiones me vino a la mente alguien de mi pasado, una de esas personas con la que compartí unos cuantos momentos que parecieron significar más para mi que para ella, ¿os ha pasado? supongo que sí, es lo más normal, cada uno sigue su camino, son cosas de la vida (me voy a plantear cambiar el nombre del blog por "La vida es así"). No estoy hablando de una antigua pareja, eso es otra historia, sino de amig@s (o lo que se lleva ahora, amigxs). Como decía, puedo entender que con el tiempo la gente acabe más separada, cada uno tiene su vida y se hacen nuevas amistades, pero cuando intentas mantener el contacto y la otra persona parece que pasa de todo... eso duele. Duele porque pensabas que la conexión había sido más grande de la que en realidad es, una conexión que parece que sólo funcionó en un sentido.

Y yo me pregunto, ¿soy una persona tan diferente al resto?. Evidentemente todos somos únicos, no puede hacerse una comparación con lo que harían otras personas, ni si quiera con lo que haría uno mismo, no se puede decir "yo no hubiera actuado así" o "yo habría sabido hacerlo de otra forma", porque está claro que cada uno actuaría según su manera de ser y precisamente según esa premisa ninguna de las opciones elegidas sería la incorrecta. Pero entonces ¿por qué acabas sintiéndote como el "bicho raro"?
En realidad, en este caso en concreto, hubo poco contacto, casi no nos conocíamos, sabíamos poco a nivel personal el uno del otro, tan sólo coincidimos durante unos meses haciendo una actividad, pero por razones ilógicas aunque humanas acabé cogiéndole cariño.

Que quede claro que no soy una persona constante, a pesar de lo que diga más adelante soy muy variable e impredecible, y no suelo mantener el contacto diario con mis amigos, puedo pasarme semanas sin dar señales de vida, y no es algo hecho a propósito, simplemente forma parte de mi persona, me evado y a la vez me centro, contradicción hecha persona. Pero aunque esté ausente durante cierto tiempo al final acabo poniéndome en contacto para ponernos al día, por eso me cuesta entender ciertas actitudes. Si yo siendo algo pasota intento mantener el contacto ¿cómo podría entiender que las otras personas que parecen más sociables terminen siendo las que realmente no están interesadas en retomarlo? 

Creo que somos producto de nuestras experiencias y que la forma en que nos relacionamos depende totalmente de ellas. Lo que recuerdo es que era una persona abierta, aventurera, sin miedo a lo desconocido, activa, sociable, inteligente... es decir, alguien que haga lo que haga va a conocer a mucha gente durante su vida, tanta gente que será imposible mantener el contacto con todos ellos, y con lo que seguramente al final se va a quedar es con aquellas personas que más significado han tenido en su vida, con quien más contacto ha tenido. ¿Y qué hay de mi? soy poco sociable, muy independiente, inseguro, cómodo en la tranquilidad de lo conocido y que le da a la cabeza más de lo que debería.

Si todo esto no son razones suficientes para explicar el porqué de ambos comportamientos... pues no, por mucho que pueda especular no voy a decir que lo entiendo. Las personas somos complejas y hay multitud de variables que nos afectan, tal vez mañana lo entienda pero mientras tanto sólo puedo seguir manteniendo los buenos recuerdos que pasé con esa y otras personas que ya no quieren seguir en mi vida. Y estas experiencias me moldean y me hacen diferente, como las tuyas te van cambiando, a veces sin darte cuenta, pero ya no soy como era hace 4 años, ni seré la semana que viene como era hoy.

Así somos, así es la vida.

Hasta la próxima!


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