miércoles, 16 de noviembre de 2011

Casualidad o causalidad, el destino elige

Acabo de ver la nueva versión de la película The Amityville Horror, mal llamada aquí, tal y como pasa en muchísimas otras ocasiones, La morada del miedo... (creo que ya tengo tema para otro post, los títulos de las películas en España) y la verdad es que no me ha desagradado. ¿Por qué no he dicho que me ha gustado? estáis en todo... pues porque le falta algo que no sé explicar, la he visto dispersa, como si se sucedieran una serie de escenas cuyo único punto de conexión es la casa y los protagonistas pero que no consiguen encajar bien, aunque las interpretaciones y la historia llegan a enganchar (sobre todo sabiendo que se basa en hechos reales). Pero no venía yo dispuesto a hablar de películas de terror, sino de las casualidades, causalidades y el destino.

El tema del destino es complejo y polémico, lo sabemos todos, es una cuestión de fe, o crees o no crees... o como yo pienso, podría existir... o no. Dejo la puerta abierta.
Pues resulta que cualquier día en cualquier momento me puedo encontrar circunstancias que me llevan a pensar que es mucha casualidad que algo concreto ocurra, y por ello termino pensando en las causalidades y en momentos más particulares en el destino. Me explicaré con lo de "encontrar circunstancias", pero antes dejadme que os diga lo que yo entiendo por causalidad.
Nuestro diccionario moderno, Wikipedia, habla de varios tipos de causalidad dependiendo del campo al que se haga referencia, sin embargo siempre acaban hablando de la dualidad causa-efecto y no se menciona la forma que yo tengo de ver estas cosas. La primera vez que oí la palabra causalidad asociada a "coincidencias extrañas que deben suceder por algún motivo" fue a J.J. Benítez en uno de sus libros, y ahí es donde empecé a asociar estos eventos con dicha palabra. Lo que lleva a plantearme, qué pasa si estamos hablando de una serie de causalidades importantes que te afectan personalmente y que lo que realmente parece es que "algo" está intentando llamar tu atención, entonces ¿no será que el destino está intentando que abras los ojos?

Está claro que muchos dirán que vemos esas coincidencias porque estamos buscando una explicación:
La idea de causa intuitivamente surge del intento de explicarnos lo que ocurre a nuestro alrededor mediante un determinado esquema lógico subyacente que nos permite relacionar unas cosas con otras mediante conexiones necesarias.
Otros, como los racionalistas buscarán las respuestas en el principio de razón suficiente:

Todos los eventos que a primera vista parecen azarosos o contingentes, en realidad tienen una explicación suficiente; lo que sucede es que no disponemos de una capacidad de análisis total.

Pero no creo que sea así siempre, hay ocasiones en las que encuentras estas "coincidencias" simplemente haciendo tu vida y no te queda otra que hacerte las preguntas que antes he planteado. Todavía no conocemos nuestra mente, no sabemos lo que puede hacer y hay teorías como la expuesta en un ensayo titulado An Experiment with Time (Un experimento con el tiempo) por un ingeniero aeronáutico que van incluso más allá:
La teoría de Dunne, elaborada a partir de años de experimentación con sueños precognitivos y estados precognitivos inducidos, es que en realidad todo el tiempo es eternamente presente, es decir, que pasado, presente y futuro están sucediendo al unísono de algún modo. La conciencia humana, sin embargo, experimenta esta simultaneidad de forma lineal. Dunne postula que en el estado de sueño este modo de interpretar el tiempo deja de ser tan concreto como cuando estamos despiertos. Así somos capaces de tener lo que llamamos sueños premonitorios a medida que la conciencia se encuentra libre para vagar a través de pasado, presente y futuro.
Sin duda una teoría de lo más interesante y que de resultar cierta podría explicar muchas cosas que hasta ahora no somos capaces ni de esbozar. Pero basta de teorías y explicaciones, voy a intentar hacer memoria y exponer algunos casos que me han sucedido a lo largo de los años.

Por ejemplo, sales de casa y sin saber bien cómo o porqué, terminas pensando en alguien que hace mucho que no ves y resulta que te lo encuentras ese mismo día. A esto lo llamo casualidad, como a mucha gente que le ha ocurrido, y tan sólo me ha pasado en contadas ocasiones, por ello no le doy mayor importancia. Es algo inexplicable pero que suele achacarse al azar, a no ser que se sucedan más casualidades relacionadas con el mismo evento y termine rayándome y pensando que está pasando algo que no entiendo.

Sin embargo en el caso extremo estarían una serie de hechos que me ocurrieron en un periodo de mi vida particular en el que estuve muy en contacto con una persona que vive en la península y con quien asi de la noche a la mañana perdí el contacto por circunstancias que no vienen a cuento. A partir de ahí te levantas a desayunar como cualquier otro día y empiezas a pensar en esa persona por razones x, coges la leche de la nevera, te la echas en la taza y de nuevo por razones x, decides mirar la letra pequeña del tetabrik y te das cuenta que la han envasado en la provincia en la que vive esa persona en la que estabas pensando ¡qué casualidad!. Pero tú sigues con tu rutina y metes el café con leche en el microondas, te das una vuelta por la cocina esperando que te avise la campanita y se te ocurre mirar en la despensa para ver lo que puedes comer ese día. Vas paseando la mirada de una cosa a otra hasta que sin venir a cuento coges el paquete de harina, miras su procedencia y de nuevo aparece otra casualidad, ¡la harina está hecha en una ciudad muy cercana a la de la persona en cuestión!. Está claro que se pueden producir una serie de circunstancias como éstas que te hagan pensar que es una tontería, que sólo ves lo que quieres ver y que cuando buscas algo eres capaz de encontrarlo porque coges todo lo que tiene sentido y desechas lo que no lo tiene. Y podrían tener razón si no fuera porque el día continúa y mientras ves la tele justamente hablan de algún sítio que vuelve a tener que ver con esa persona que no has podido quitarte de la cabeza en todo el día. Ya para entonces de la casualidad pasamos a la estupefacción porque de todos los días que podían haber hablado de ese lugar han tenido que hacerlo en ese momento concreto... ¿por qué? Y la cosa podría seguir cobrando más importancia a medida que se suceden las coincidencias, aunque para entonces ya sólo puedes ver una conspiración del destino respecto a esa persona, ¿tal vez es una forma de decirte que debes llamarla y retomar el contacto?

Creo que después de tanto buceo por la wiki lo que mejor se adaptaría a mi experiencia sería una palabra acuñada por Carl Gustav Jung llamada sincronicidad. Lo que abarca esta palabra es la relación no causal entre dos sucesos ocurridos en el tiempo, entendiendo no causal como que una no es causa de la otra ni tiene que ver con ella. El artículo es muy interesante ya que no conocía estos estudios de Jung.
Si bajáis hasta las modalidades y leéis la segunda dice lo siguiente: "Coincidencia psíquica mas o menos simultánea con un acontecimiento exterior distante en el espacio y verificable a posteriori", lo cual me lleva a recordar de nuevo a J.J. Benítez, el cual en un libro que no recuerdo habla del poder de la mente y de las proyecciones astrales, donde explica que tuvo una experiéncia de ese tipo. Mediante unas drogas naturales de una tribu perdida consiguió que su mente viajara hasta España y pudiera ver lo que una amiga suya había colocado en el suelo de una habitación de su casa; él previamente había llamado a la amiga para decirle lo que tenía que hacer, y una vez acabado el experimento lo escribió todo en una libreta. Posteriormente creo recordar que le dio la libreta a algún miembro de su equipo para que llamara a su amiga y pudieran comprobar si había acertado. Si Jung siendo una persona tan relevante e importante hablaba ya de viajes astrales, ¿a qué viene que todavía hoy en día la mayoría de las personas sigan obcecadas con defender únicamente lo que pueden ver?



Hay un par de películas que me gusta recordar cuando hablo sobre el destino y que seguro que por lo menos una os suena, son Serendipity y My Sassy Girl . Sin entrar a valorar su calidad, desde mi punto de vista tratan el tema del destino de formas diferentes pero efectistas donde el nexo común es una relación amorosa entre dos personas (lo que rizando el rizo podríamos relacionar con la media naranja). Recomiendo su visionado, no sólo para pasar un rato entretenido sino para que os dejéis llevar por todo este mundo tan atrayente. Voy a hacer un inciso para decir que no estoy de acuerdo con el título de la primera película, ya que si leemos el significado de serendipia nos dice que son unos sucesos producidos de forma casual, es decir por suerte... y evidentemente según el planteamiento de la película no creo que estuvieran una hora y media defendiendo el azar cuando intentan hacerte tragar la conexion mística existente entre ellos... cosas de los creadores de títulos en el mundo del cine.

El otro tipo de causalidad que me ha ocurrido es más simple pero me ha sucedido en infinidad de ocasiones con los más variados temas. Es algo que no puedo achacar al destino porque simplemente no tiene sentido más allá del momento en el que te ocurre (que yo sepa). Por ejemplo buscas por internet algo que no tiene nada que ver con el cine y terminas tecleando el nombre de una actriz o actor en imdb, encuentras una película interesante que han hecho y que no has visto a pesar de que tiene más de dos años, te la "compras" y resulta que al cabo de un par de días la dan en la tele... y yo me pregunto ¿la tenían que dar precisamente ahora?

O como ejemplo más cercano, algo que me ha pasado ayer y ha continuado hoy. Hace unas semanas busqué sobre la nueva temporada de Hawaii 5.0, me dio por mirar información de sus protagonistas y descubrí que uno de ellos (el rubio para los que la suelan ver) es hijo de James Caan (el que hacía de director del hotel Montecito en la serie de Las Vegas). Pues ayer mismo haciendo zaping me encontré esa serie y me vino a la cabeza lo que había descubierto, pero como no recordaba el nombre de "James Caan" volví a internet en busca de la respuesta. De ahí mi curiosidad me volvió a llevar a su hijo y me di cuenta de que había nacido en el mismo año que yo, ¡anda!, cliqué en el nombre de su compañero de reparto y... ¿también nació en el mismo año?... vaya... una casualidad más para ellos que trabajan juntos y han nacido en días consecutivos. Pero hoy mismo interesándome por los protagonistas del nuevo remake de Amityville... ¡anda de nuevo! tanto la protagonista Melissa George como Ryan Reynolds también son del mismo año, de mi año... y a esto me refiero, ¿por qué he tenido que ver esa película hoy?. Estuve a punto de no verla porque no estoy en mi época de películas de terror (uno tiene sus rarezas), sin embargo me he quedado y la he visto, y luego he buscado información de ella... Puede sonar a tontería pero te hace pensar en la magia de las cosas, las fuerzas conspiratorias que no detectamos y que están ahí, en que si pasa esto a un nivel tan... tonto, ¿por qué no va a ocurrir en situaciones más serias que afectan a nuestra vida? ¿por qué es tan difícil creer que nos pueden suceder cosas que tienen un sentido y un fin? ¿por qué no podemos creer en el destino?

Por cierto, J.J. Benítez acertó plenamente con el objeto.

Que la razón os guíe pero que no os ciegue.


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