jueves, 27 de noviembre de 2008

C'est la vie (Así es la vida)

Dicen que a más gente de la que nos podemos imaginar se le ha pasado alguna vez por la cabeza el tema del suicidio. Yo no soy una excepción (y antes de que alguien que me conozca se lleve las manos a la cabeza que piense en la de veces que ha podido pensar que sería mejor no haber nacido, querer estar muerto o que le tragase la tierra; son sólo pensamientos) pero si analizas todo lo que conlleva y eres un poco responsable, dejas que ellas mismas acaben consumiéndose. Al menos es lo que opino. Para empezar tus padres sufrirían más que nadie, la tragedia salpicaría al resto de la familia y amigos, al menos a los más cercanos, y porqué no decirlo, es de cobardes, hay que afrontar lo que te ocurra y no esconderse o buscar soluciones "fáciles".

El sufrimiento de la gente que queda atrás debería hacer que te lo replantees todo, casi siempre no se lo merecen, puede que no puedan superarlo nunca y destrozas no sólo tu vida sino la suya. Pero aunque trágico y cobarde, ¿nunca habeis pensado qué personas de tu círculo te echarían de menos si no estuvieras? ¿no os habéis preguntado nunca si las personas cercanas de verdad se preocupan por ti? ¿o qué personas llorarían desconsoladamente en tu funeral? ¿quién acabaría destrozado y te recordaría durante más tiempo? es morboso, es egoista, es un pensamiento radical, pero se me ha pasado por la mente (al igual que a algunos guionistas de cine y muchos de vosotros).

No hace mucho tiempo me enteré de la muerte de un amigo del colegio, hacía un par de años que había muerto pero no me he enterado hasta ahora. Como supondréis no teníamos contacto, pero durante los años de colegio e instituto nos llevábamos bien, no pertenecíamos al mismo grupo ni salíamos juntos, pero era uno más, juntos hicimos un gran viaje a un país vecino y nos dió a conocer sus gustos musicales, los cuales compartimos todo el camino.
No me lo podía creer, ¿cómo había llegado a ese punto? por lo visto fue una sobredosis, sabía que durante aquellos buenos años fumaba costo pero no me imaginaba que las cosas pudieran llegar a tanto. Fué un shock, tiene tenía mi edad, veintimuchos en el momento de su muerte, y aunque hacía mucho que no le veía, conocía a su madre, él me caía genial y nos llevábamos bien, era listo, inteligente, con mucha personalidad, simpático... no consigo entenderlo.
Últimamente me viene a la mente su recuerdo, hasta que me enteré de la noticia no había vuelto a pensar en él. Hace bastante más tiempo conocí a una chica, era una amiga de otros amigos, no tuve mucho contacto con ella pero se la veía alegre y divertida. Murió en un accidente con veintipocos años.

No son casos de suicidio pero te hacen pensar en lo que queda detrás, en la gente que puede sentirse responsable de su muerte y en todas las cosas que no van a poder ver, vivir, sentir... Creo sinceramente que a pesar de lo mal que puedas estar pasándolo, merece la pena seguir viviendo, porque algo bueno encontrarás en esta vida que te haga sentir que cuando tenías esos pensamientos tan oscuros, estabas muy equivocado.
Llegará un día que lo veréis más claro.


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