jueves, 2 de febrero de 2012

Aquello que no nos mata nos enturbia el sentido

Sabemos cómo somos las personas, nos acomodamos rápidamente a aquello que nos deja vivir tranquilos aunque no sea lo que queremos o lo que nos gusta, mientras no nos haga daño dejamos que el tiempo pase ante nuestros ojos hasta que ya ha pasado media vida, eso si tienes suerte, sin darnos cuenta.

Soy hijo único, poco sociable y bastante independiente, por lo que me he acostumbrado a tragarme mis preocupaciones, mis alegrías o mis deseos. Sé que a mi alrededor puede haber gente que se preocupe o a quien le importe, pero ¿cómo empiezas una conversación trascendental a partir de un saludo después de no haber tener contacto durante días con ella?... ni idea. Sin embargo si tienes a alguien en casa con quien hablas a todas horas o con quien compartes bastante tiempo, es ahí cuando puedes dejarte llevar y abrirte al mundo, os aseguro que uno se siente mucho mejor. Y aunque siempre he sido precavido en lo que respecta contar mis debilidades a terceros, cuando una persona que te importa y que realmente tú sabes que le importas "aparece en tu vida", no puedes sino dejarte llevar y compartir todo eso que siempre has guardado para ti. 

Hubo un tiempo en que lo estuve viviendo y ahora me doy cuenta de lo mucho que hecho de menos el haber tenido algún hermano/a. Mirando a mi alrededor tengo la impresión de que aquellos que sí los tienen no lo aprovechan; está claro que cada caso es diferente y no tienen por qué llevarse bien, lo que supondría que cada uno viviría su vida independientemente del otro tal y como ya están haciendo, pero los hay que simplemente parece que les falta confianza, que algo no les deja disfrutar de esa relación, en este caso sólo necesitan encontrarse en una situación en la que se den cuenta de lo que tenían... aunque ya sería demasiado tarde.

Ahora vuelvo a estar solo, no es nada del otro mundo, es mi rutina, llevo viviendo así toda mi vida... pero se hechan de menos esos días en que simplemente te ponías a ver una película y sabías que había alguien con quien comentarla después.

Un saludo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario